El drenaje linfático manual es la terapia más indicada para las fases inmediatamente posteriores a una intervención de cirugía estética y plástica, como son la abdominoplastia, la lipoescultura o la liposucción entre otras.
Esta técnica de masaje se utiliza para la eliminación de los líquidos intersticiales y edemas causados por la operación. Se trata de un masaje lento y superficial que ayuda a drenar el líquido linfático y desinflar las zonas próximas a la operación.
El kinesiotape es un tratamiento realizado mediante unas bandas adhesivas elásticas que se utilizan en determinadas zonas del cuerpo para acelerar el tiempo de rehabilitación. En los días posteriores a la operación se utilizarán para tensar la piel y drenar los líquidos en una determinada dirección. Es el complemento ideal para el drenaje linfático.
Una vez comencemos con el tratamiento muscular, el kinesiotape nos ayudará a drenar el líquido y evitar su acumulación en determinadas zonas en el tiempo entre sesión y sesión.
Uno de los aspectos fundamentales de la terapia es tratar la piel y las cicatrices causadas por la operación.
Durante el tratamiento se relajará y flexibilizará la parte más superficial para, de esta forma, evitar futuras adherencias y dolores por el exceso de tensión de la propia piel.
Una vez quitados los puntos de la operación se comenzará a movilizar estas adherencias para flexibilizar la zona y ayudar a la correcta cicatrización.
Después de una operación siempre hay una descompensación muscular de la zona tratada; por eso, una vez drenada la zona de líquidos y quitados los puntos de la operación, se trabajará a nivel muscular. Primero se tratarán los músculos contracturados y los dolores secundarios que puedan haber surgido en el post operatorio.
Después se tonificarán los músculos que hayan perdido tono muscular mediante ejercicios suaves e isométricos (sin movimiento) para no alterar la zona tratada.
Finalmente se realizarán ejercicios suaves para devolver el equilibrio muscular a la zona y se darán las pautas para volver a readaptarse a la vida laboral de forma progresiva. Estos ejercicios serán específicos para cada tipo de paciente y se adaptarán a su evolución física y capacidades personales.